MAPA DE AGUA, HISTORIA Y MEMORIA DE EL ESPARRAGAL

El Taller de Patrimonio, historia y memoria de un pueblo del Centro Cultural de El Esparragal ha puesto en marcha en este curso 2019 un proyecto de recuperación y localización de enclaves etnográficos de la pedanía. El archivo fotográfico, cartográfico y documental recopilado a través de la aportación de los vecinos, vecinas y de las personas que han participado en el taller ha seguido creciendo un año más para contribuir al desarrollo de estas actividades, iniciadas hace algunos años, con el objetivo de poner en valor y reconstruir la historia de un pueblo a través de los recuerdos, los testimonios y los documentos de sus habitantes.

Las temáticas principales que se han tratado durante este curso han girado en torno a la historia y la etnografía de El Esparragal a través de la localización de enclaves significativos relacionados con el agua, la vida cotidiana y las costumbres del pueblo. Con respecto a lo que consideramos como patrimonio hidráulico se han tratado cuestiones y elementos relacionados con el agua, el regadío y el abastecimiento a través de norias. En lo referente a la vida cotidiana, la escuela, los negocios y los templos religiosos también han sido motivo de conversaciones y debates históricos que nos han permitido conocer mejor la historia y la evolución de este pueblo. Otros aspectos como el ocio, la diversión y el uso del tiempo libre en El Esparragal también han sido comentados y abordados con ejemplos como los antiguos cines y los ventorrillos, lugares sociales y de reunión que han formado parte de la vida de muchos de los vecinos.

La metodología de trabajo este año, además de la investigación tradicional de la historia del pueblo en archivos; registros bibliográficos; la historia oral que cuentan los participantes junto a los materiales fotográficos y documentales que aportan; se ha basado en el estudio de distintos mapas y geomapas de El Esparragal con la expectativa de introducir los conocimientos que se han recogido a lo largo de estos años en mapas virtuales que estén disponibles al público a través de ordenadores y dispositivos móviles.

Con el objetivo de preparar e introducir a los participantes en estos nuevos métodos se comenzó esta tarea por lo más simple y tradicional -los mapas físicos antiguos y más contemporáneos- para finalizar con la localización in situ y la geolocalización a través de otras herramientas más sofisticadas como son los mapas digitales y las aplicaciones de geolocalización. Primero, se realizó una búsqueda en archivos regionales y webs de geolocalización de mapas antiguos para observar la evolución de los mismos y de los terrenos de El Esparragal.

Antiguo mapa de El Esparragal bisAntiguo mapa, hacia 1729, en el que que aparecen las tierras de El Esparragal. Fuente: Archivo General de la Región de Murcia

La toma de contacto con la localización en mapas se realizó trazando un primer recorrido de forma rudimentaria con un mapa turístico del pueblo de los disponibles en el propio Centro Cultural. Para este primer ejemplo utilizamos el patrimonio hidraúlico de El Esparragal a través de la localización de algunas de sus norias y creamos una especie de ruta que luego realizamos in situ. En el mapa, se localizaron los lugares con chinchetas y los participantes contaron las historias que recordaban sobre esos lugares y sobre las norias que recordaban. Posteriormente, se trabajó también con mapas catastrales aportados por uno de los participantes en donde se pudo observar el sistema de entubado y vías de drenaje de los cauces del agua que se comenzó en los años 70. Esto permitía una mejor localización de las norias, puesto que éstas solían ubicarse cerca de estos cauces para el aprovechamiento del agua.

Taller historia El Esparragal bis

Además, se programaron algunas salidas de reconocimiento a los lugares que posteriormente iban a ser geolocalizados con el objetivo de guardar las ubicaciones a través del teléfono móvil para después añadirlas al proyecto de geolocalización. Una vez que ya se trabajó con los mapas físicos y se había recopilado suficiente información oral y bibliográfica comenzó el proyecto con mapas y proyectos digitales de geolocalización. La herramienta digital más sencilla y accesible que se utilizó para esta primera prueba fue Google Maps y MyMaps, aunque en un futuro el Centro Cultural de El Esparragal se incorporará a la red de mapas virtuales de Enclave Cultura Territorio.

Algunos de los enclaves relacionados con el agua que se han geolocalizado son:

Tablacho Moreno

Es uno de los puntos más interesantes e importantes de la acequia Zaraiche a su paso por El Esparragal. El Tablacho Moreno riega actualmente unas 560 tahúllas en la zona –el Brazal de Moreno-. Su importancia en otras épocas dio lugar a que, incluso, durante el verano tuviese sus correspondientes guardias para controlar las subidas y bajadas del tablacho. Este guardián estaba pagado por la Junta de Regantes de Santomera. Se cree que su nombre posiblemente se deba a alguna persona o propietario de esas tierras, el Moreno o los Morenos, que lindara con su paraje o propiedad. Señaladas como las tierras de Juan Moreno aparece esta zona en un antiguo mapa hacia el año 1729, aunque se desconoce si este es el motivo real de su nombre. En la segunda década del siglo XX, el Tablacho Moreno también fue parte de la escena de un crimen que más tarde se materializó en la película francesa ambientada en la huerta «Aux jardins de Murcie» y, posteriormente, en su versión subtitulada en español «María del Carmen» o «En los jardines de Murcia».

Antigua Noria del Tío Alejandro

El sistema tradicional del regadío para la elevación del agua con norias se remonta a la época árabe. El sistema de norias también fue muy común durante los siglos XVII y XVIII, cuando su uso volvió a rescatarse. Es probable que la estructura principal y ubicación de algunas conserve algunos vestigios antiguos o sean originarias de construcciones hidráulicas musulmanas, pero muchas de ellas han tenido remodelaciones y variaciones para adaptarse a los nuevos sistemas con el paso del tiempo. Este tipo de paisajes y la arquitectura de regadío se constituyen a partir de la necesidad de canalizar y distribuir el agua para optimizar los cultivos. Estas norias, que se encontraban en fincas y propiedades privadas, solían tener diferentes estructuras según su funcionalidad. Algunas poseían también una especie de galerías de drenaje para el agua. Esta, en concreto, en la actualidad se encuentra tapiada o cegada pero poseía en uno de los laterales una galería de unos 7 u 8 metros.

Noria del Garrofero

En la zona de El Esparragal han predominado las norias conocidas como «ceñas» y las «norias de rosario», cuyo nombre se deriva de su método de extracción del agua mediante un sistema de sogas equipadas con cangilones. El agua sacada de estas norias se podía emplear en dar riego a huertas y jardines, poner en funcionamiento un molino hidráulico o simplemente dar de beber a los animales. Esta noria es un ejemplo perfecto de lo que eran las norias tradicionales en el Esparragal. Tiene entre unos 8 y 10 metros de profundidad y conserva su estructura original, aunque esta se encuentra deteriorada y la zona está protegida por una valla metálica.

Noria Tío Damián o Turro

Las norias iban asociadas a una red de regaderas y acequias para posibilitar el riego de huertas y bancales. En algunas huertas podemos encontrar verdaderos ejemplos de ingeniería hidráulica. Estas obras solían estar promovidas por propietarios que cargaban con el peso de los gastos de su construcción. Las norias de la zona de El Esparragal, en su mayoría en fincas de uso privado, se conocen por los nombres o apodos de las personas que fueron o son propietarios. El actual propietario de esta noria es el Turro. Esta posee una forma rectangular, a diferencia de la mayoría que suelen ser ovaladas o elípticas.

Noria del Tío Ortiz

Se conoce como la Noria del Ortiz porque es el apellido de su actual propietario. Esta noria se ha seguido utilizando hasta hace poco por lo que posee varias reformas e, incluso, se le añadió un motor moderno para su funcionamiento. Tiene  dos galerías de drenaje de un tamaño bastante considerable. Antiguamente, esta noria poseía una especie de caseta con una escalera de acceso de la que en la actualidad no quedan restos.

Monolito Riada de Santa Teresa

La riada de Santa Teresa, que tuvo lugar el 15 de octubre de 1879, fue una de las mayores inundaciones de la Región de Murcia en su historia. Tras el desastre, personas y empresas se dedicaron a realizar recolectas benéficas para los damnificados, como fue la organizada por la prensa murciana que recogió dinero de toda España hasta 1884. Incluso, la ciudad de Paris realizó una importante donación para la causa. En El Esparragal, en tierras pertenecientes al marquesado del Campillo, se erigió un pequeño monolito para señalar el lugar hasta donde llegó el agua de la riada. Este monolito contenía una inscripción, que se encuentra prácticamente ilegible en la actualidad, y que conmemoraba este hecho. Aunque no se conoce con exactitud su verdadera historia, se cree que la marquesa del Campillo en aquel momento, Doña Ricarda, pudo mandar que se colocara en memoria de aquella desgracia.

Taller historia El Esparragal 2 bisParticipantes del taller junto al monolito monolito de la «Riada de Santa Teresa» en una finca privada

Acequia Pitarque

Es uno de los ramales que sale del Azarbe Mayor. Es el único tramo que puede observarse tal y como era originariamente la acequia, ya que no está entubada. Es probable que deba su su nombre al noble aragonés Ferríz de Pitarque, conquistador y repoblador de tierras de Murcia.

El Lugarete. Morera centenaria y vegetación de la acequia

Esta zona se conoce como el Lugarete. En ella podemos observar una morera centenaria y una arboleda entre la que se encuentran varias plataneras. En este tramo de la acequia se conserva la vegetación autóctona que crecía en las acequias: cañares, chopos, olmos, álamos, sauces, higueras y algunos árboles frutales. Los cañaverales que crecían a los lados se utilizaban para la construcción de herramientas y sistemas de zarzos y bardizas para construir cercas o vayas de uso agrícola para el ganado como corrales, conejeras, etc.

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