LAS SALINAS DE SANGONERA LA VERDE

Las salinas

SANGONERA LA VERDE. UN PATRIMONIO POR DESCUBRIR III

Una vez más el interés por conocer mejor nuestro territorio nos hace salir del Centro Cultural con la intención de averiguar más cosas sobre un lugar con mucha historia y de singular trascendencia pues, como hemos podido constatar tras consultar diversas publicaciones y documentos, aportó durante siglos una gran riqueza a todo el municipio. Se trata de las Salinas de Sangonera, enclave sorprendentemente desconocido para muchos que, aún sin estar dentro de los actuales límites de la pedanía, pervive íntimamente vinculado al paisaje y a la vida desarrollada en los extensos dominios del Guadalentín.

La importancia de la sal desde el origen de los tiempos como producto clave en el abastecimiento de las distintas civilizaciones, se ha trasmitido hasta nuestros días de la mano de una palabra que escuchamos casi diariamente: salario, la cuantía económica que se recibe por realizar un trabajo. Al pie del llamado Cabezo Negro y junto a la Rambla Salada (también citada en algunas fuentes como Rambla del Pino), contamos con uno de esos lugares de donde se obtenía la preciada sal. Se encuentra en las inmediaciones del denominado Puntarrón o Pontarrón, enclave cuya toponimia se ha relacionado con la existencia aquí de un primitivo puente al que se le presumen orígenes romanos.

Habrá a quien sorprenda que hablemos de obtención de sal a decenas de kilómetors del mar, pero lo cierto es que históricamente siembre ha sido tan habitual conseguirla tierra adentro como en humedales costeros. El levante peninsular es, por cierto, donde más abundan los llamados «saleros» interiores, asociándose o bien a yacimientos de halita (sal gema), muy frecuentes en terrenos sedimentarios ricos en sodio y cloro; o a puntos en los que mana del subsuelo un caudal de agua salada, procedente de los sistemas de drenaje que atraviesan depósitos triásicos de rocas evaporíticas (yesos y margas) formadas al disiparse el agua del mar en que estuvieron sumergidas, como es el caso que nos ocupa.

Sangonera la Verde. Un patrimonio por descubrir (III): Las Salinas

 

 

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