TEATRO BERNAL, EL PALMAR

Fachada actual del Teatro Bernal ( 28-5-2019)

El Teatro Bernal fue inaugurado el día 24 de julio de 1910. La actividad lúdica y cultural convirtió durante décadas al Teatro en un importante centro de relevancia social que derivó posteriormente en un local dedicado al cine. El periódico El Liberal, en su edición matutina del día 10 de julio de 1910 publicaba: “El sábado próximo por la noche se celebrará en el vecino pueblo de El Palmar la inauguración de bonito Teatro Bernal”. Su estreno estaba previsto para el sábado 16 del mismo mes pero se tuvo que aplazar por  no haber llegado a tiempo los aparatos para la instalación eléctrica.

Las crónicas de la época describen al Teatro Bernal como un espacio de encuentro de quienes gustaban de participar en el ambiente cultural de la Murcia de principios de siglo XX. El Teatro recibe el nombre de sus constructores para perpetuar en la memoria del pueblo a quienes han colaborado en la creación del que será el núcleo de la vida social de El Palmar. Su fundación por Don Manuel Bernal Gallego constituyó un gran fenómeno cultural y una conquista social y artística, reflejo de las inquietudes de entonces.

Situado en la calle Lorca el lujoso edificio contaba con tres ámplias y decorativas puertas principales que daban acceso a un acogedor vestíbulo desde donde partía un ancho pasillo con dos vueltas hacia el escenario y otros tres largos pasillos, uno central y dos laterales, con dirección hacia el coqueto patio de butacas. Ofrecía una capacidad para 500 espectadores. Además, desde el mismo vestíbulo nacían dos escaleras, una a cada lado, que permitían el acceso cómodo y fácil a la galería. El patio de butacas era suficiente, bonito y ámplio. Su espacioso pasillo central y los dos laterales facilitaban la natural y fluida circulación de los espectadores.

El decorado era muy artístico y sofisticado, destacando el alumbrad, dotado de luces abundantes y muy variadas. Llamaban la atención unas pequeñas lamparitas rojas y azules que daban unas bellas tonalidades. En la parte baja destacaban las bien alineadas butacas del anfiteatro, así como los tres palcos existentes en los dos laterales de la misma. El escenario,  de gran amplitud y dotado de todo lo necesario, en lo que a maquinaria de la época se refiere, disponía de 6 habitaciones, vestuarios para los artistas y dos más adaptadas para coros de mujeres y hombres. Como desahogo de los espectadores poseía el Teatro un magnífico patio al aire libre en el que estaba instalado un precioso Café, en el que se podían degustar gran variedad de tapas murcianas junto a las famosas bebidas de la Casa Bernal.

El Teatro, la histórica noche de su estreno, presentaba un aspecto realmente extraordinario. Una semana antes del evento se había colgado el cartel de «NO HAY ENTRADAS».

En medio de una atronadora ovación, a las nueve y media de la noche de aquel caluroso día 24 de julio de 1910, dio comienzo la función más esperada, representándose en primer lugar la preciosa zarzuela «La del manojo de rosas». Las señoritas Ginesa Aroca, Josefina Aroca y Rafael Carnicer bordaron sus papeles de Rosario, Carmen y Gitana, demostrando aptitudes más que notables para la escena. El Tarugo, papel dramático de grandes dificultades, estuvo interpretado por D. Bartolomé Bernal, que lo vivió de tal manera que a todos convenció. Los señores Hernández, Ángel y Manuel Bernal, Faz, Aroca, Cayuela, Vera, palazón, Garzón….Todos estuvieron sensacionales.

A continuación se puso en escena la aplaudida obra de D. José Salvas y D. Pedro Muñoz, «La Partida Disuelta», durante la cual se aplaudió la labor graciosa y artística de la señorita Encarnación Gallego. Igualmente destacaron Juan de Dios Bernal que interpretó a Fray Ambrosio y Pablo Gallego en el de Leonardo. Con la obra titulada «El Contrabando» se dio por finalizada tan memorable función. La orquesta estuvo dirigida por el prestigioso Maestro Ramirez.

Los precios que rigieron para el formidable evento fueron los siguientes:

Palco y platea: 10 pesetas.

Butacas de patio y Anfiteatro: 1,50 pesetas.

Delantera de Galería: 1 peseta.

Entrada General: 0,50 pesetas.

Se pusieron tranvías especiales para que el público de Murcia pudiera asistir al acontecimiento.

Exitosas galas a principios del siglo XX

A lo largo de su existencia el Teatro Bernal ofreció numerosas representaciones entre las que destaca «Los hijos del Capitán Grant» del Maestro Caballero que se puso en escena el 24 de julio de 1911.

El día 7 de diciembre del año 1911 tuvo lugar en El Palmar uno de esos acontecimientos que honran a los pueblos y dejan memoria en los anales de la Historia. En el afamado Teatro Bernal se verificó la Gran Fiesta Literaria a la que concurrieron los más prestigiosos escritores y poetas de la Murcia de primeros de siglo XX. El escenario, adornado artísticamente por el experto jardinero Sr. González, mostraba un templete en el que destacaba unos preciosos crisantemos, a cuyo pie varias niñas vestidas con el traje típico de la Huerta realzaban el aspecto del palco escénico.

El señor cura, presidente de la fiesta, hizo el prólogo de la velada, cantando en delicados párrafos las glorias del magno acontecimiento ensalzó a los literatos murcianos y al señor Diez Vicente. Su discurso fue un brillantísimo canto a la igualdad y solidaridad entre los hombres y como fiel ejemplo puso de manifiesto la extraordinaria obra de los hijos de El Palmar, asegurando que un pueblo nunca había luchado tanto.

Como apoteósico colofón a esta gran gala literaria tuvo lugar un acontecimiento que llenó de sano orgullo los corazones de varias generaciones de palmareños: se estrenó el Himno a El Palmar. El autor de la música fue el célebre compositor D. Emilio Ramírez que dirigió la gran orquesta, formada por ochenta profesores y el formidable coro, integrado por cuarenta jóvenes palmareños que bordaron la letra de uno de los poetas más importantes de Murcia Jara Carrillo. Entre aplausos y lágrimas producidas por la emoción y vítores a Murcia y El Palmar, con un público totalmente entregado y enardecido, que con su insistencia obligó a los complacientes artistas a que repitieran el Himno hasta cinco veces, concluyó esta gran gala.

Zarzuelas, dramas, y comedias se representaron en su escenario. Las figuras más destacadas de la escena de nuestro país pisaron las tablas del amplio escenario del teatro, en el que se representaron obras de los Álvarez Quintero, Echegaray, Benavente y Arniches. En aquel gran teatro, que han conocido tres generaciones de palmareños, tuvieron lugar los más importantes conciertos musicales y certámenes literarios a los que acudían los intelectuales de la época. Con el paso de los años este significativo espacio estuvo sujeto a varias reformas en la fachada y en el exterior para ser habilitado como sala de cine. Fue restaurado y reinaugurado el 3 de Octubre de 2003. Las actividades que se realizan son teatro, danza y conciertos, debates, conferencias, etc… La titularidad es pública, del Ayuntamiento de Murcia.

Este trabajo se ha realizado con los datos recopilados por los participantes en las sesiones del Taller de Patrimonio sobre Historia y Costumbres de El Palmar. El grupo está formado por Mª Teresa Sánchez Escamez, Catalina Escamez Bernal, Luis Llatge Camino, Sacramento Noguera Martinez, Antonio Araez López, Fina Murcia Vivancos y Félix Martinez.

El Palmar, 27 de mayo de 2019

 

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