VISITA DEL TALLER ‘COSTUMBRES E HISTORIA DE LOS RAMOS’ AL ESCULTOR JOSÉ HERNÁNDEZ NAVARRO.

El lunes, 27 de febrero, los participantes en el taller Costumbres e historia de Los Ramos, que se imparte este año en el centro cultural de la pedanía, fueron invitados por José Hernández Navarro a visitar tanto su taller de escultura como la ermita de la Virgen de la Huerta.

Hernández Navarro es amigable y cercano en el trato; le gusta enseñar su lugar de trabajo, hablar de las obras realizadas, o que están en proceso, y mostrar las técnicas utilizadas; comparte con el visitante sus inquietudes y pone a su disposición la posibilidad de preguntar y conocer algo más de su profesión y de la pedanía.

Nacido en Los Ramos hace 62 años, Hernández Navarro se siente orgulloso del lugar que le ha visto crecer y desarrollar su trayectoria profesional. Amante del arte y de las tradiciones y costumbres, no se cansa de repetir que, en Los Ramos, hay elementos patrimoniales de gran interés que merece la pena poner de relieve y estudiar a fondo.

En la planta baja de su vivienda está instalado su taller, limpio y ordenado, donde, entre obras repartidas aquí y allí, gubias y formones esperan su turno para desbastar y pulir la madera, hasta hacer aparecer las formas que darán vida a cristos, santos y vírgenes destinados a iglesias, capillas y pasos de Semana Santa.

Entre esas esculturas se cuelan algunas obras antiguas, producto de mano ajena, que aguardan la intervención del artista para recuperar fragmentos perdidos y bellezas ajadas por el tiempo. Son las tallas que llegan para ser restauradas y devueltas a su estado original.

Las estanterías repartidas por el taller alojan bocetos, modelinos y fragmentos instrumentales; sujetos a la pared, algunos carteles y dibujos muestran trabajos realizados por el artista para diversos desfiles pasionales.

El escultor nos habla de la necesaria unión del trabajo intelectual y manual para la consecución de un resultado satisfactorio y, al ser preguntado por su trayectoria, hace referencia al aprendizaje del dibujo adquirido en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia y a su formación autodidacta, resultado de una analítica observación de las obras de periodos anteriores.

Sus esculturas beben de la trayectoria salzillesca, aunque apuestan por una modernización de los cánones y una actualización de las técnicas.

Su trayectoria como escultor es plena. Ha trabajado para cofradías de los muchos pueblos que salpican nuestra región, incluida Murcia capital y para procesiones de Hellín, Cuenca y Valladolid, entre otras.

Hernández Navarro disfruta recorriendo las veredas que atraviesan la huerta, entre frondosos limoneros, para conducirnos al Rincón de Almodóvar, lugar donde nació y en donde impulsó la construcción de la ermita que alberga la imagen de la Virgen de la Huerta, salida de sus manos cuando solo contaba 16 años.

Es un edificio de pequeñas proporciones, con una torre campanario, planteado en una sola nave, que alberga una serie de obras, fruto del cariño y la devoción que los vecinos de Los Ramos le profesan a la Virgen de la Huerta.

En el altar, un retablo neobarroco acoge la imagen de la virgen; enfrente el órgano, hecho a escala de la ermita, permite dotar de solemnidad a las celebraciones y, en el techo, unas pinturas muestran un grupo de ángeles que acompañan a la virgen.

Colocado en un lateral, el Cristo del Gran Amor, obra también de Hernández Navarro, muestra una espléndida anatomía y refuerza, con su imagen, el sentido sacro de la ermita.

Una pequeña sacristía y una cámara, destinada a albergar los atavíos de la imagen de la virgen, completan la distribución de este espacio que alguien calificó un día como “una basílica de juguete”.

Hernández Navarro se entusiasma contando el proceso de construcción de la ermita, las sucesivas etapas por las que ha pasado el edificio, hasta llegar al estado final que hoy podemos contemplar, y se muestra agradecido con los vecinos de la pedanía, que no solo veneran la imagen, sino que la asumen como elemento identificativo del patrimonio cultural de Los Ramos.

Cuando salimos de la visita nos recibe el aroma de la huerta, que ya comienza a preparar la primavera para adornar la romería que, el último domingo de mayo, acompaña a la Virgen desde su ermita hasta la iglesia parroquial de Los Ramos.

Desde aquí, agradecemos a Hernández Navarro la deferencia de esta visita guiada que él ha sabido convertir en un rato instructivo, placentero y lleno de entusiasmo.